En el caso de los turismos, se ha pasado de comercializar una media de 4.500 unidades diarias a registrar jornadas con 200 entregas. Así, las matriculaciones de turismos y todoterrenos en marzo se quedaron en 37.644 unidades, un 69,3% menos que en el mismo mes del año anterior, con un día laborable más en 2020.
Las ventas registradas en el canal de particulares y empresas en los últimos 15 días del mes, durante el obligado confinamiento, responden, “casi con toda seguridad”, destacan desde la patronal Ganvam,a operaciones realizadas en los meses anteriores y que no se habían podido matricular.
Respecto a los vehículos comerciales ligeros, se ha registrado en marzo un 67,2% menos de matriculaciones que en el mismo mes del año pasado, lo que supone un importante descenso del 33,5% en el acumulado del año, con 36.284 unidades. Las matriculaciones de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses se redujeron un 36,8% durante marzo, con 1.321 unidades, y sumando una caída del 18% en los tres primeros meses del año, con un total 5.736 vehículos matriculados.
Según explica la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, operando como vienen haciéndolo las redes de concesionarios con una rentabilidad inferior al 1%, esta cifras de matriculaciones suponen “dar ya el año por perdido, con las consecuencias que esto va a tener sobre el empleo”. En este sentido, Puche asegura que las medidas a partir de ahora deberán ir encaminadas no sólo a preservar la salud de todos los profesionales y clientes, sino también a proteger en la medida de lo posible la de las empresas evitando “la destrucción de puestos de trabajo”: “Por eso, en lugar de que todos los ERTE terminen cuando acabe el estado de alarma, sería bueno que se aceptara una reincorporación gradual del personal sometido a estos expedientes temporales, ajustándolo al ritmo de recuperación, precisamente para proteger a los trabajadores. De lo contrario, se convertirán en ERE por causas económicas”.
Raúl Morales, director de Comunicación de Faconauto, está convencido de que “la acción de los gobiernos central y autonómicos” será clave para “articular un plan de choque con medidas concretas y coyunturales, si queremos que el automóvil sea realmente el motor de la recuperación”. Y en este sentido, llama la atención de las administraciones para que dejen de cometerse “los errores de coordinación y criterio entre el Gobierno y las comunidades autónomas que estamos viendo, e incluso entre los diferentes ministerios, a la hora de poner en marcha medidas económicas y laborales tan necesarias”.