El sector del taller afronta cambios continuamente. Uno de ellos es el del parque, que ha ido evolucionando con el paso de los años. Lo ha hecho en su composición, en su tiempo de vida útil, en su tecnología, e incluso, en algunos casos, en su modo de propulsión. Esto a la vez ha hecho que las necesidades formativas de los futuros mecánicos también hayan cambiado…
¿Quién no ha visto un Seat 600 o un Citroën 2CV? En la década de los sesenta estos coches llenaban las calles. Tenían una mecánica sencilla y solían durar unos 100.000 kilómetros. Ahora las cosas han cambiado: los coches llegan al medio millón de kilómetros, siempre y cuando se realicen los mantenimientos y revisiones necesarios. Además, duran seis veces más que los coches de esta época.
Los coches más nuevos que llegan al taller tienen ahora una composición más compleja. Están compuestos por cinco veces más piezas que los de antes: de hecho, los propios talleres preparaban sus stocks con almacenes llenos de componentes porque “sabían de antemano” qué piezas podrían averiarse y por las que el cliente iba a tener que volver al taller, recuerdan desde la red de talleres Euromaster.
Esta simplicidad de piezas podía ser un punto a favor a la hora de reparar, pero no tanto a la hora de encontrarlas. Cuando no había una pieza los talleres llamaban a sus proveedores para ver cuál de ellos la tenía y cuál de ellos podía enviársela lo antes posible: “De hecho, en muchas ocasiones, las reparaciones se demoraban en exceso, varios días incluso, solo por este problema”, recuerda Pedro Tenorio de Euromaster Guadix.
En lo que se refiere a la formación se ha perdido la figura de aprendiz, que permitía a los mecánicos formarse en los talleres hace unos años: “Antiguamente, empezabas a trabajar en un taller e ibas aprendiendo el oficio hasta que tenías la capacidad para reparar un vehículo”, explica Juan José Castillo de Euromaster Guadalajara. Y eso que los coches eran más sencillos y no tenían electrónica: “Ahora necesitas una formación específica y tener los conocimientos adecuados para repararlos correctamente”, señala.
Pero si hay algo en lo que también ha cambiado el sector es en su “cultura de cercanía”. Francis Ferreria, director general de Euromaster para España y Portugal, destaca que ahora el taller está más cerca de su cliente y no piensa que solo entran coches a su negocio.