Con el tiempo y el desgaste, el tiempo de respuesta de la sonda lambda se ralentiza y el salto de tensión se reduce.
Por lo tanto, la unidad de control de motor no recibe la señal a tiempo o bien dicha señal no es útil.
En ese caso, la unidad de control de motor activa el ‘modo de emergencia’ y adopta una mezcla rica como precaución. Así se garantiza un nivel aceptable de rendimiento y se protegen los componentes del sobrecalentamiento.
El inconveniente es que el nivel de consumo de combustible aumenta considerablemente y se emiten a la atmósfera más gases de escape nocivos.
Muchas veces no se detecta el defecto hasta la siguiente revisión del gas de escape. El motor quema más combustible, por lo que se desperdicia dinero en cada kilómetro recorrido y se contamina más de lo necesario.