En los diseños de alta precisión, la calidad de las piezas no se aprecia a simple vista. Si no se conocen bien los requerimientos de precisión y tolerancia en el diseño de una pieza, es difícil entender el impacto que estos puedan tener sobre el rendimiento del turbo.
A continuación se muestran algunos ejemplos destacando las diferencias entre un producto de alta calidad y su equivalente de calidad inferior.
Defectos acumulativos los cartuchos ensamblados
Debido a las condiciones extremas de funcionamiento de un turbo, el nivel de precisión y consistencia en la fabricación de la piezas y componentes es fundamental.
¿Por qué es importante?
Todo se reduce a la acumulación de defectos en los componentes individuales. Fabricar una pieza con una precisión del 100% es un proceso relativamente sencillo, conseguir el mismo nivel de precisión al fabricar miles de piezas es una tarea sumamente compleja que involucra estrictos controles de calidad en las distintas etapas del proceso de producción.
Debido a los altos volúmenes de la producción en serie, si solo una de cada cien piezas tuviese un fallo, el efecto negativo en la calidad de los cartuchos sería bastante alto en proporción. Veamos por qué.
Cada cartucho ensamblado contiene en promedio unas 15 piezas. Si solo una de cada cien piezas utilizadas tuviese un fallo, según estadísticas un 15 % de los cartuchos ensamblados podría potencialmente presentar un fallo catastrófico y ser devuelto en garantía.
Para producir componentes de calidad a gran escala se deben utilizar los materiales, los procesos de fabricación y la maquinaria adecuada, junto a estrictos sistemas de control de calidad. Justo lo que hacemos en Melett.