El blog de Carlos G. Pozo: “El orgullo de ser mecánico”

Lo fácil es decir que no se puede confiar en los talleres. Que hay que andar con ojo, que hay que desconfiar cuando te dicen que la pieza viene de Alemania –comentario especialmente dañino en un momento en el que el déficit de suministro ha puesto en jaque la industria de medio planeta, mucho más allá de la posventa–, o incluso invitar a los usuarios a marcar los filtros para evitar que te engañen al hacer la revisión. Eso es lo fácil. Lo difícil es aportar valor, luchar por cambiar una imagen tan casposa que sólo retrata ya a quien trata de alimentarla. Porque es un trabajo arduo, de mucho tiempo, pero merece la pena.

Como medio de comunicación, La Comunidad del Taller forma parte de su mercado. Somos un taller más. De ahí nuestro compromiso por tratar de elevar el nivel, alejándonos siempre de aquellos que se sirven de nuestro sector por puro mercantilismo. La posventa nos permite hacer lo que hacemos, disfrutando mucho además en el camino… así que le debemos algo.

Con esta premisa nació hace ya tres años nuestro concurso: el Más Valioso Profesional del Taller. Una prueba exigente, que tratamos de alejar del concepto de ‘mejor técnico’, porque un profesional del taller es mucho más que eso, y que en su última edición celebró quizá la consagración de un proyecto que no es más que una herramienta para su mercado.

Y es que sirve al sector de la reparación de diferentes maneras: genera un tremendo orgullo de pertenencia entre los mecánicos que participan (realmente mola mucho verles a todos juntos vivir como viven su pasión por el oficio), nos ayuda a prestigiar al colectivo de puertas para afuera (son muchos los medios generalistas que se hacen eco de la iniciativa, poniendo en valor el papel del taller como profesional imprescindible en la sociedad) y porque nos acerca un poquito más a todos los que compartimos este compromiso.

En este sentido, que el concurso congregue a los patrocinadores, marcas todas de primerísimo nivel como bilstein group, Brembo, Continental, Driv, Liqui Moly, MANN-Filter, MEWA, NGK-NTK, Philips y Varta, (¡nivelazo!) cuyos directivos se implican de forma personal con la iniciativa, sumando además el apoyo durante todo el desarrollo del proyecto de Conepa, Cetraa, OPEN y Ancera, así como AD Parts, ASER, CGA, Dipart, Serca, Andel y Bosch Car Service, quienes también de forma personal acuden a la final para compartir la experiencia con los mecánicos participantes, significa mucho.

Porque este es el concurso de todo el sector y de esa forma lo vivimos. Porque formar parte de este proyecto significa participar de una idea común que pone en el centro nuestro mercado, siendo todos conscientes de que tenemos que ponernos en valor elevando la figura de nuestros mecánicos, que son sin duda de lo mejorcito que hay en Europa.

Hay veces que trabajar por el bien común es hacerlo por el propio. En un momento como este, en el que incluso desde dentro hay quien trata de restar para favorecer su interés individual, tenemos que hacer fuerza. Porque no sólo somos más, también somos mejores. EL MVP del Taller habla de eso: del orgullo de ser mecánico.

Estamos en un mercado del que podemos presumir… Y vamos a seguir haciéndolo. Y lo haremos, como siempre, poniendo a los talleres en el centro. Porque son nuestra razón de ser, el fin último por el que todo lo que hacemos cobra real sentido.

Así que gracias, muchas gracias a todos los que lo hacéis posible. Sois muy grandes.

¡Nuestros finalistas de este año!