Los concesionarios españoles han cerrado el primer semestre del 2021 con números positivos, alcanzando en el segundo trimestre una rentabilidad positiva del 0,36%, según datos de la consultora. La facturación ha aumentado casi un 38% respecto al mismo periodo de 2020, con incrementos positivos también en la rentabilidad del área de Ventas (30,44%) y de Posventa (17,89%). Aunque hay que tener en cuenta que la comparación hecha es frente a un periodo en el que hubo confinamiento y un parón de actividad en la mayoría de los concesionarios…
Por su parte, los gastos generales han registrado un crecimiento de cerca del 16%en la primera mitad de este 2021.
Según Snap-on Business Solutions, los datos de mitad de ejercicio señalan que los concesionarios todavía están lejos de las cifras de 2019, último ejercicio antes de la pandemia sanitaria. De este modo, la facturación está aún un 16% por debajo de la alcanzada en el ejercicio de 2019, mismo escenario en el que están la rentabilidad de Ventas (un 22% por debajo) y de Posventa (que se deja un 15%).
Haciendo un análisis por áreas de actividad, Ventas representa un 83% de la facturación y un 49% del resultado, en un contexto marcado por la escasez de microchips, “una situación que afecta a la disponibilidad de vehículos y ha obligado a reducir el stock, de media, un 30%, aunque los datos difieren mucho entre cada marca”, señala la consultora.
Por su parte, el área de Taller representa un 5,60% de la facturación y un 13,20% del resultado, mientras que Recambios supone un 10,6% de facturación y un 37,6% de contribución al resultado.
En opinión de David Salcedo, Account Manager de Snap-on Business Solutions en España, “los resultados de esta primera mitad del año 2021, en su conjunto, suponen una evidente mejora respecto a 2020, un año marcado por la crisis de la COVID-19, pero en áreas como Posventa, por ejemplo, la actividad está todavía en torno a un 10% por debajo de 2019”.
Para Salcedo, “en la segunda mitad del año los concesionarios seguirán mirando muy de cerca la evolución de la disponibilidad de semiconductores, que está lastrando la producción y disponibilidad de vehículos. Estos números, en definitiva, nos marcan la tendencia de lo que será un ejercicio todavía con mucha incertidumbre, por lo que habrá que esperar a 2022 para recuperar muchas de las cifras que habíamos visto en 2019”.