El pasado 4 de octubre las patronales madrileñas de talleres denunciaban públicamente las “trampas”, de este modo lo calificaban de forma literal, con las que Mapfre trataba a sus talleres concertados en la región. No es habitual que las asociaciones pongan de forma tan clara nombres y apellidos a un problema como el que los talleres arrastran desde hace años con las compañías de seguro, así que era evidente que la situación resultaba preocupante.
Al día siguiente Mapfre respondía defendiéndose y, a partir de ahí, como respuesta a la compañía y en apoyo al comunicado emitido por las patronales de talleres, numerosos reparadores de toda España publicaban en redes sociales diversos vídeos asegurando que la situación expuesta por sus representantes asociativos era la que vivían en sus negocios, cuando no peor…
Así las cosas, La Comunidad del Taller quiso conocer de primera mano la percepción de uno de los Talleres Distinguidos de la aseguradora -así llama Mapfre a sus concertados-, y con ese objetivo visitamos Getauto, un taller histórico ubicado en Getafe, con unas instalaciones de más de 5.000 metros cuadrados en las que trabajan más de veinte personas.
José Antonio del Pozo, gerente del negocio, se ponía delante de las cámaras para exponer de forma valiente la situación vivida: “Fuimos concertado de Mapfre durante diez años, pero después, de forma unilateral, la compañía rescindió su relación con nosotros”. ¿El motivo? Las categorizaciones impuestas por la compañía a sus talleres concertados: una escala que clasifica a los talleres de A a C, teniendo en cuenta para hacerlo motivos que según el gerente de este taller madrileño “sólo afecta a los costes de la aseguradora, no a la calidad del servicio que se presta al cliente”.
No quiso entrar en el juego y fue castigado.
Ahora lo cuenta todo. Esta es la experiencia de un empresario del sector que decidió analizar su negocio y tomar las riendas alejándose del miedo.
“En un taller de carrocería, en el que el 95% de la facturación depende de compañías de seguros, tú no decides el recambio que montas, muchas veces no decides ni dónde se compra; no decides los materiales de pintura ni la cantidad que debe usarse, no decides las horas de trabajo que conlleva la reparación, no decides el precio de mano de obra al que cobras el trabajo… ¿Qué parte del negocio puedes controlar? Si estamos dispuestos a que un tercero controle nuestra capacidad de negocio, evidentemente no tenemos poder sobre nuestro propio negocio”. Así empezaba un vídeo que merece la pena ver con atención.
Y empieza hablando de la situación vivida con Mapfre, pero el análisis después se extiende mucho más allá.
En el vídeo me ha llamado mucho la atención la categorización del taller distinguido.
En mi caso un siniestro fue “reparado” por un taller distinguido que al parecer está en la categoría de A, no sobrepasó los 3000€ la reparación y consiguieron cuadrarlo dejando daños sin reparar, radiadores fuera de su sitio doblados, deformados …
En este caso el taller hace de perito y Mapfre paga y no mira más. Al final el cliente el perjudicado.
En el vídeo me ha llamado mucho la atención la categorización del taller distinguido.
En mi caso un siniestro fue “reparado” por un taller distinguido que al parecer está en la categoría de A, no sobrepasó los 3000€ la reparación y consiguieron cuadrarlo dejando daños sin reparar, radiadores fuera de su sitio doblados, deformados …
En este caso el taller hace de perito y Mapfre paga y no mira más. Al final el cliente el perjudicado.
Bufff, Mapfre te engaña debería ser su nuevo slogan.
En el vídeo me ha llamado mucho la atención la categorización del taller distinguido.
En mi caso un siniestro fue “reparado” por un taller distinguido que al parecer está en la categoría de A, no sobrepasó los 3000€ la reparación y consiguieron cuadrarlo dejando daños sin reparar, radiadores fuera de su sitio doblados, deformados …
En este caso el taller hace de perito y Mapfre paga y no mira más.
Al final el cliente es el perjudicado y el más indefenso a la hora de reclamar.
Muy bien explicado, es una pena que una compañía con tanto peso como Mapfre tenga este tipo de prácticas CON sus propios asegurados y les pongan tantos problemas para poder reparar un siniestro, siendo por ley de obligado cumplimiento indemnizar al asegurado con el total de la factura, creo que ese mensaje es el que TODO el mundo tiene que conocer. Juegan con el desconocimiento y el miedo, la incertidumbre de que pagan parte de la factura. Espero que como dices se quite ese miedo para dar un paso hacia delante y hacer frente al abuso que ejercen muchas aseguradoras con los talleres de carrocería en el país, en alguna ocasión hay que parar y pensar, en simplificar esta la clave. Muy buen video¡¡¡
Magnífica entrevista.
Me gustan las reflexiones de José Antonio pues ha evolucionado su foma de pensar de mero reparador a empresario, pendiente de analizar y exlotar su negocio, exprimiendo sus puntos fuertes (fidelización, prestigio, experiencia, calidad de servicio, etc.).
Al final me quedo con una sensación extraña: hasta ahora se clasificaba el sector asegurador entre los premiun, entre los que se postulaba Mapfre con su gran volumen de pólizas, y el low cost, con otras formas de actuar y de dar servicio.
Ahora me cuesta diferenciar la politica de Mapfre con sus precios medios, su indemnización directa al cliente que no sigue sus directrices, su no compromiso, etc., de la de Linea Directa.
Al final va a resultar que de una manera u otra todo el sector asegurador va a dar un servicio low cost?